Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua…
Empezó la clave de mi cansancio, por estar en todo,
Por moldearme a nada…
Ahora he sembrado un árbol de días que se me juntan con las noches,
Los colores reverberan esos olvidos que dejé en los cestos de mis calles llenas de sombras.
Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua…
Exploré en quién soy, aceptando que he sido…
Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua…
No fue el invierno que se desvaneció antes de llegar a su meta,
Fue más bien que descubrí mi invierno.
Corrí mi vista al oeste y,
era la nieve sobre las montañas que vi...
No!
Fue, en todo caso que la nieve sobre mi cabeza era más abundante…
Quise retornar a no sé qué,
Quise valorar unas glorias de antaño:
Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua.
Empezó la clave de mi cansancio, por estar en todo,
Por moldearme a nada…
Ahora he sembrado un árbol de días que se me juntan con las noches,
Los colores reverberan esos olvidos que dejé en los cestos de mis calles llenas de sombras.
Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua…
Exploré en quién soy, aceptando que he sido…
Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua…
No fue el invierno que se desvaneció antes de llegar a su meta,
Fue más bien que descubrí mi invierno.
Corrí mi vista al oeste y,
era la nieve sobre las montañas que vi...
No!
Fue, en todo caso que la nieve sobre mi cabeza era más abundante…
Quise retornar a no sé qué,
Quise valorar unas glorias de antaño:
Hasta que al fin convení con el tiempo una tregua.
Rescatar viejas monedas de tus sueños,
que cegarme puedan en éstas horas de hastíos y quebrantos,
para llenarme el alma de inquilinos que pregonan infortunios,
estirándose hasta mí.
Hacerme amigo de la fama, solo entre tus formas...
ya cerca de estallar estás como la flor en primavera,
y tu vaso desparramando sobre mi camisa:
el canto de otros dioses, las voces de esos paisajes lejanos,
idolatrando caminos que se cubrieron de la enramada
(que el viento al pasar dejó).
Veo pasar los autos cuando la nada misma llegó a la ciudad:
Sus horas no me declinaron!
Los relojes no me pudieron!
Los látigos de esas voces no me convencieron!
Los desdenes no me mataron con sus dagas!
Veré cómo, cuándo y dónde me encauce a ti,
si antes no te burlas por lo que he sido
(con éstos papeles que inundaron de miel mis retratos,
las partidas, placeres en fuga).
No me descubras!
mira con los ojos el arco iris que te brindo,
para que brotes como la vertiente frente al asedio,
que la tierra sedienta de mi ser te reverencia,
aun en sus grietas
(en días que se cortan como el aire de tu paso).
Rosa y café de la noche:
dejas los espectros en silencio.
que cegarme puedan en éstas horas de hastíos y quebrantos,
para llenarme el alma de inquilinos que pregonan infortunios,
estirándose hasta mí.
Hacerme amigo de la fama, solo entre tus formas...
ya cerca de estallar estás como la flor en primavera,
y tu vaso desparramando sobre mi camisa:
el canto de otros dioses, las voces de esos paisajes lejanos,
idolatrando caminos que se cubrieron de la enramada
(que el viento al pasar dejó).
Veo pasar los autos cuando la nada misma llegó a la ciudad:
Sus horas no me declinaron!
Los relojes no me pudieron!
Los látigos de esas voces no me convencieron!
Los desdenes no me mataron con sus dagas!
Veré cómo, cuándo y dónde me encauce a ti,
si antes no te burlas por lo que he sido
(con éstos papeles que inundaron de miel mis retratos,
las partidas, placeres en fuga).
No me descubras!
mira con los ojos el arco iris que te brindo,
para que brotes como la vertiente frente al asedio,
que la tierra sedienta de mi ser te reverencia,
aun en sus grietas
(en días que se cortan como el aire de tu paso).
Rosa y café de la noche:
dejas los espectros en silencio.
GENIO DE TU IMPERICIA, ENVIDIARTE FUE POCO...
MI TIEMPO Y MIS HORAS SE CUENTAN...
AMO TU ETERNO REMOLINO DE ORO TIRADO A LA BASURA.
PELAS CON LOS DIOSES COMO SI NADA...
MI MANO EXTIENDE SEÑALES...
TU ESPADA SOBRE MI HOMBRO QUE NO VIENE.
NUNCA MI PUÑAL LASTIME TUS ARROGANCIAS,
NI LOS RESTOS DE MI HUMILDAD!
CUANDO LA NOCHE MÁS CÁLIDA LE ROBE A ELLA MI PRESENCIA
-DE ÉSTO QUE SOY AHORA-
Y ADVIERTA,
SIN GUARECERSE DEL YO DESCARNADO,
EN EL FRAGOR LA PIEL SUDANDO, PROLONGANDO:
LA CONTINUIDAD EN EL PARAÍSO DEL ÉXTASIS
¡SU ÚLTIMO REFUGIO!
MI TIEMPO Y MIS HORAS SE CUENTAN...
AMO TU ETERNO REMOLINO DE ORO TIRADO A LA BASURA.
PELAS CON LOS DIOSES COMO SI NADA...
MI MANO EXTIENDE SEÑALES...
TU ESPADA SOBRE MI HOMBRO QUE NO VIENE.
NUNCA MI PUÑAL LASTIME TUS ARROGANCIAS,
NI LOS RESTOS DE MI HUMILDAD!
CUANDO LA NOCHE MÁS CÁLIDA LE ROBE A ELLA MI PRESENCIA
-DE ÉSTO QUE SOY AHORA-
Y ADVIERTA,
SIN GUARECERSE DEL YO DESCARNADO,
EN EL FRAGOR LA PIEL SUDANDO, PROLONGANDO:
LA CONTINUIDAD EN EL PARAÍSO DEL ÉXTASIS
¡SU ÚLTIMO REFUGIO!
Entre la vehemencia, el ahogo,
la sutil desfachatez, mi insolencia,
mis caudales, los ramos me crecen
Despierto al viento que me toma arropándome,
en arrullo, el candor de su estadía,
para decirme,
e indicarnos la calma de la certeza
-de esperar el brote de la vida-:
e invitarte a cálidos susurros,
que recorren las almas del tiempo que maduró,
de los días bebiendo el cóctel del paraíso,
tomarnos los frutos de nuestras pieles
regando de caricias y dulzor...
llenarnos de nosotros y abrigarnos,
y el sueño con ojos abiertos para derramarte
-siembras de felicidad al caer una tarde sobre las manos-
como racimos que se desgranan...
uno a uno al arrancarlos de la parra.
¡Oh lejana y cercana capacidad!
-de envolver-
el mundo en
"tu mundo".
Vivo cada momento,
pensando que no habrá
más que armonía,
sonando como violines
-una melodía que se entrelaza-
el lenguaje sagrado de la paz
-sin cansancio de rutinas-
prolongándose:
en el beso, tu abrazo,
tus pasión y el vaivén:
meciendo tu cuerpo de éxtasis,
explotando cuando renazco
(al encontrarte en los territorios)
donde dibujaré
"la burbuja"
que se elevará alto, muy alto:
con mi corazón que te llevará
a gritos y euforia,
aún,
cuando cuando ni una palabra me salga,
y no pueda escribirte,
ni retratarte en imaginerías
y deba renunciar a mí
-para dejar el espacio a
otros colores que me precederán-
abandonando éste,
mi precedente de ser,
y pintarte por completo
"antes que todas las campanas nos llamen".
El desinterés de las cosas tiene el color gris del
atardecido,
El aturdimiento de horas pasando cual relojes en su rapidez,
Que corre como guepardo por nuestros bosques,
y ver pasar partes de
gloria que, duele, llora,
Muy adentro por lo que fue…
y no será.
El desinterés es
postrarse en el camino,
Despreocuparse, oponerse al viento,
Aunque le dejemos pasar,
Sin combatir…
Es codearse con el futuro propio,
Renombrar lo que en manos tuvimos,
Que dejamos ir hasta volarse, romperse, quemarse;
Es remendarnos con esas fotos de ayer, hoy,
Como si fuéramos los mismos.
El desinterés, no es el aroma de aventura que,
Sentimos cuando jugamos,
Cuando nos esperamos alguien a nuestra medida,
Cuando saboreamos dulzor de la existencia,
De ese no saber qué.
Es amigos,
una convocatoria a
lista de desintereses menores,
que nos invita a no batallar más contra nada ni nadie.
Es la confabulación de opacos,
Guiando nuestros pasos a acordarnos de nosotros,
A olvidarnos seguido de las cosas,
recorrer los mapas y
misiones que nos dieron:
Un poco más lentos,
más trémulos que
antes,
esperando respuestas que nunca llegarán,
(al menos aquí, no).
Hechos,
situaciones del humano,
los que buscan lo que va contra natura,
fundado en propósito "moral".
A ti:
que te súper embanderas en ese paquete y cómodamente,
seguirás las reglas como si nada,
sin cuestionar el límite
¿quién lo dijo, quién lo dictaminó, quién lo levantó?
Luego enciendes,
un abismo que se ensancha entre la conciencia y tu ser,
te quemas en tu hoguera de nada,
liberas la combustión de tu automagnicidio,
las llamas llegaron hasta los espacios íntimos,
se hizo ceniza hasta el olvido mismo.
La naturaleza
-un león que disputa peleas con otras fieras-
El sello estampó su marca,
hemos abierto paso al futuro...
¡y no hay ya qué hacer!
Descubrimos el cielo -al viajar en él-
cual si fuera explorando:
flotar en nuestros vitales y terrenales espacios,
elevar en cada caricia:
nuestra piel...
El sello estampó su marca, hemos abierto paso al futuro...
¡y no hay ya qué hacer!
Dejamos el vago sabor de no conocer el éxtasis...
Hicimos pactos...
Y como aguas furiosas ¡arrastramos a otras vidas!
El sello estampóse
(como en el ganado a fuego marcar)
Y como carta que fuera señalada:
No hay ya qué hacer!!
Tu suerte se echó -como un animal en la ruta-.
hemos abierto paso al futuro...
¡y no hay ya qué hacer!
Descubrimos el cielo -al viajar en él-
cual si fuera explorando:
flotar en nuestros vitales y terrenales espacios,
elevar en cada caricia:
nuestra piel...
El sello estampó su marca, hemos abierto paso al futuro...
¡y no hay ya qué hacer!
Dejamos el vago sabor de no conocer el éxtasis...
Hicimos pactos...
Y como aguas furiosas ¡arrastramos a otras vidas!
El sello estampóse
(como en el ganado a fuego marcar)
Y como carta que fuera señalada:
No hay ya qué hacer!!
Tu suerte se echó -como un animal en la ruta-.
Papeles de
libros que se arrancaron,
para de ti
dejarnos privados:
De tu voz.
Lluvia de
cenizas cayendo al fondo de conciencias,
Que no asoman
a ese resplandor.
Rosas que no
sintieron el rocío.
Las que
secáronse en el sol,
Tu nombre
proclaman para clarificar
¿de dónde es que proviene el amor?
Qué es?
Acaso,
un conjunto de arrebatos que nos quema las
alas?
diluvios que devoraron Imaginerías en jardines?
La piedra en la tierra que se consumen con el
tiempo?
Y que aún en rincones del mundo buscamos?
Diótima,
tu nombre que
llama éste banquete!!
Ahora te
esperamos,
no nosotros,
sino el puñado
de nuestras almas,
que se
empobrecen en éste suelo,
en éstos
deseos…
en éste rapto
de la inmortalidad que queremos ganarnos,
al recibir tu
palabra,
que nos
exonere de la imprudencia .
Me extravié, como niño que la mano de su madre
suelta y de sueños indescifrables se busca,
en silencios que disparan tempestades de miradas
en silencios que disparan tempestades de miradas
-sin hallar huellas-
una respuesta que salga del soplo en este invierno y
una respuesta que salga del soplo en este invierno y
en las señas que se quieren hacer,
en los interdictos de mi ansia que se quieren mostrar...
en los interdictos de mi ansia que se quieren mostrar...
Donde la gran vida ya no es juguete simulando camiones de bombero,
autos de colección,
soldaditos de plomo,
muñecos de película,
juegos de papá y mamá.
No me busquen, ahora no,
que yo mismo me quiero encontrar en esta
juguetería,
con un pasaje donde la algarabía, para las reglas rehacer...
Y luego, por el pasillo del tiempo a tientas iré, me sentaré
-claro, si lo encuentro- a su lado,
y le diré ¡cuántos muertos he
encontrado!:
extraviado, buscándome.
Es difícil creer que el tiempo es una muerte lenta,
busco reinventarme, no puedo entender
¿cómo será?
sigo referencias de algo...
persigo un milagro que vendrá
¿cuándo?
Dónde estás?
en el silencio del sol golpeando,
que a fuego lento arrasa mi alma?
Hey!!
no es tu voz ni la mía la que habla.
Solo un mundo lleno de risas,
aquellas que esperan emboscarnos,
y envolvernos en las mil máscaras
-de su carnaval-.
Mi día se marcha a la cima de lo que dejo,
quemo,
o el viento -simplemente-
me quitó.
No te angusties!
aún sueño,
construyo la esperanza a la vera de otros caminos.
HAY LO QUE INCONFORME ME DEJA,
AL BORDE DEL ABISMO DE COMPRENDERTE,
ME NIEGO…
SONANDO LA MAÑANA COMO SI ME ESTUVIERAN APUNTANDO:
CON LO QUE SE MUEVE RÁPIDO, BREVE,
COMO SI LAS COLAS Y OFICINAS ME LANZARAN CACHETADAS
-PARA LLEGAR A NINGUNA PARTE-
Y TODOS LOS RODADOS DESDE LO ALTO,
PARECIENDO APILADOS,
SIN RECORRER YO LO
QUE ME PROPUSE.
Y PASA EL RELOJ CON VELOCIDAD DE ALARMA,
EL SONIDO DE LAS
VEREDAS QUE GASTÉ,
EL HERUMBRE DE ESOS QUE ASOMAN AL MUNDO,
-NO SIN TROPIEZOS- COMO LO DIJISTE.
Y ESTÁS TÚ,
COMO SI NO ENTENDIERAS LOS COLORES QUE FABRICO
-DESDE LA NADA
MISMA-,
SUMERGIÉNDOME EN EL FONDO DE TU ALMA Y SIN QUE SEPAS,
MIS DISPAROS SIN QUERER, CERTEROS LLEGAN Y OTRA VEZ ENMIENDO…
UNA VEZ MÁS DOY VUELTAS, PATEO TU TABLERO,
ROMPO EL VENTANAL DE
TU RECUERDO,
Y ESPARZO MIS
CRISTALES….
LOS PROPIOS
¡AY DE MÍ!
CAMINO A DESHORA SIN ESCUCHAR TUS PASOS…
LA RESPUESTA VACÍA DE UNA PUERTA CON AROMA A ABANDONO,
PERSIGO TU VOZ Y NO HABLAS,
TU CANTO Y NO SUENA
MÁS QUE UN VIENTO CON VIOLENCIA
-QUE SE LEVANTA-
COMO QUERIÉNDOME ARREBATAR DE LO QUE SOY,
TU ESTELA, Y LOS PINOS DE UNA AVENIDA
- QUE SE ME ENTREGAN-
REGALANDO A MI OLFATO SU PRESENCIA,
EL TRINO DE LAS AVES Y,
EL DÍA ME SABE A TU
MIEL AUSENTE
¿SERÁ QUE NO ESTÁS?
PRESIENTO QUE TODO ÉSTO SE LLAMA “NO EXISTIR”
¿ME ESCUCHAS?
DE TODAS FORMAS,
MIS MODALES CON LOS AÑOS CAMBIARON:
ÉSTE ES MI OBSEQUIO,
ÉSTA ES MI CARTA,
ÉSTE SOY YO SALUDANDOTE ATENTAMENTE,
Y ÉSTE
(NO ES EL TIEMPO NI
LA GALAXIA QUE NOS CONGREGA).
Calcos
de melancolía
II
Como rumor, soplo fuego,
y ahora son mis palabras de huracán,
que se han
ido amontonando en papeles.
Me digo…
y puedo
dibujarte mundos o un refugio,
me digo amontonando palabras del viento:
poeta!!
alquimista de incendios.
Me digo. No sé si tú…
vuelo de mariposas chocando contra una farola
y flor
de aroma perdido!
Cuando el cansancio enconos te deje deslizarte,
Como niña que se columpia,
en suave cadencia hacia mis impulsos…
sentirás,
creerás,
vivirás…
Porque los últimos
vestigios de ti
-caerán- inexorablemente sobre mi cuerpo,
golpeándose como platos en el suelo.
Atraparás el esplendor de la noche,
El fulgor del alba que te entregue mares de sorpresas,
Maravillas que abrirán
tus ojos,
Aún en medio del desierto.
Mis palabras no serán
acero,
Porque no buscan tu luz,
Si no despertarte;
Sutiles hablarán de volcar en tu ser
-sueños, derroteros, musas, caminos, enfado, ternura-
Y quieren alcanzar tu lado oscuro,
Pero persigo tu claridad y resplandor. Porque:
entre las sombras me quedo,
Entre las sombras me voy,
Me hundo en tu
destino
-Para encandilarme-
Me lanzo para esconderme del abismo
-de asesinos de esperanzas- .
Es porque quiero resguardarme en piel,
Perderme…
Evadirme de los ladrones de la alegría,
Porque sé, me devolverás
-el arco iris- que me arrebataron.
Qué leve me mecería, si fuera, acaso…
Tu cuerpo, las luces del día,
La claridad podría encontrar,
esperarla contigo, si se diera…
Mientras en mi regazo…
Ahora dibujas
pensamientos de quienes no respirarán tu aire,
Es ahora, que coloco,
un esbozo asintiendo
esa pobre idea que sin mi,
fluyes en tu paisaje favorito.
Otra vez el color de tu sonrisa se apaga,
Y me desvanezco en encontrarme.
Cuánto más daría pero falta:
Tú desliz de lápices que me pinten la noche,
Cada día, cada tarde,
cada codo a codo que podría...
Porque es la tentativa de mi espera,
No busco el secreto,
no quiero que me lances a los que se sueñan…
Porque estar cerca no indica mucho,
Lo espiritual de ti, algo;
Pero solo me definiría:
Si tuviera tu
cercanía,
tu espíritu a mi lado y si te fundieras en mí,
tal como si fuéramos una misma sombra,
pero una vivaz como esa estrella que refulge y estalla.
No más seré…
Tu serás y tal vez con el destiempo rías en mis brazos,
(Cuando estén cansados)…
Quizás…
Auqnue cosecharía mi mejor compañía,
En algunas lejanas tierras,
Sin sorpresas o con un brillo éfimero.